Spain – Tabernas Desert
La horquilla se curva a través de las áridas colinas detrás de Canjáyar, con las blancas casas de la antigua aldea árabe de montaña a su espalda. Caminos que corren como callejones sinuosos a través de un paisaje donde las rutas directas son tan raras como las sombras. En el interior de Andalucía, la ruta circunda el desierto de Tabernas por las sierras que lo separan del mar Mediterráneo. A sólo 30 millas de la costa: El único desierto de Europa, en un mundo aislado. Conduciendo hacia el norte, las colinas rocosas permiten ver repetidamente la tierra estéril del Desierto de Tabernas. Una breve mirada a la derecha al pasajero, una instantánea viviente contra el panorama borroso en un calor reluciente. Las carreteras no permiten mucha más distracción que ésta hasta que la ruta se encuentra con un tramo de autopista demasiado corto cerca de Abla. Dos carriles, siete marchas y con la sensación de que el pie vuelve a pisar el freno casi inmediatamente. Los vientos del foehn empujan las pocas nubes hacia ti, y antes de que te des cuenta ya has llegado al punto en el que la ruta vuelve a desviarse: hacia el norte y hacia la Sierra de los Filabres. Es como si la carretera tomara una subida desde Bacares antes de que realmente preste atención al desierto. Las carreteras que se retuercen parecen haber sido construidas con un solo propósito, a saber, hacer que los viajeros pierdan el sentido de la orientación, como si estuvieran con los ojos vendados y dieran vueltas y más vueltas en círculo. Sólo que este tramo de bajada cumpla su propósito mientras exige concentración y la correspondiente visión general del conductor. Al final del valle destartalado se llega a un mundo diferente - y no se está seguro de dónde se está exactamente. Una interminable recta atraviesa el desierto de Tabernas, pasando incluso por cauces secos, hasta llegar al final de la ruta en Rioja. En medio, como únicos signos de civilización, las ruinas de los platós de cine que hace tiempo que han sido tragados de nuevo por el desierto. Al final, sólo queda una pregunta por responder: ¿puede el circuito de Fórmula 1 del Circuito de Almería, situado a pocos kilómetros de distancia, resistir la comparación con el trazado real?